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| Foto: la-cronica.net |
No es una cuestión menor. El carbón, que hasta hace bien poco parecía maldito, eleva hoy su cotización como consecuencia de los acontecimientos internacionales.
En realidad España mira ahora el mineral como un elemento clave dentro de su 'mix' energético, y pieza fundamental de cara a sus reservas estratégicas.
Con el paso de las semanas cobra fuerza el mineral. El petróleo atraviesa una crisis sin precedentes, suma de dos efectos demoledores, la crisis en el Norte de África y la crisis económica internacional, que afecta a sus precios. A ello se suma el 'pánico nuclear' tras el terremoto ocurrido en Japón y sus terribles consecuencias.
Alemania, como ejemplo
El mejor ejemplo de lo que sucede se encuentra en Alemania. Este país, locomotora en la recuperación económica europea, ha dado un giro de 180 grados a su política atómica y compensará con carbón y gas la energía que dejarán de producir siete de sus centrales nucleares.
Europa da así vía libre al debate sobre cómo debería ser el mix energético en las próximas décadas. La crisis nuclear de Japón tras el terremoto y posterior tsunami ha reavivado la inquietud acerca de la seguridad de estas instalaciones y puesto en tela de juicio los planes de desarrollo nuclear de numerosos países que podrían dar una nueva oportunidad al carbón. Alemania es el ejemplo.
La canciller Angela Merkel, presionada por las próximas elecciones regionales, ha detenido la actividad de siete de sus 17 centrales. Las que comenzaron a funcionar antes de 1980. El cierre, que podría ser definitivo, tendrá consecuencias económicas y medioambientales que podrían ser laboratorio de pruebas para que otros países sigan sus pasos, según publicaba recientemente lavozdeasturias.es.
El 'mix energético'
La crisis nuclear ha llevado a Europa a dar vía libre al debate sobre cómo debería ser el mix energético en las próximas décadas.
El nuevo escenario europeo debería obligar a dar mayor presencia a las energías renovables y más carbón ecológico aprovechando la captura del CO2. Así lo entiende la parte empresarial de este sector, que esta misma semana ha visto como Europa recordaba la necesidad de presentar unos planes de cierre que ponen fecha de caducidad al sector en 2018.
La próxima 'pelea' de los empresarios será intentar que el mineral tenga futuro al menos hasta 2024. Esa será una línea de trabajo, la otra se centrará en hacer ver a Europa y a los gobiernos que el carbón, lejos de ser un mineral a extinguir es necesario y tiene futuro.
En realidad España mira ahora el mineral como un elemento clave dentro de su 'mix' energético, y pieza fundamental de cara a sus reservas estratégicas.
Con el paso de las semanas cobra fuerza el mineral. El petróleo atraviesa una crisis sin precedentes, suma de dos efectos demoledores, la crisis en el Norte de África y la crisis económica internacional, que afecta a sus precios. A ello se suma el 'pánico nuclear' tras el terremoto ocurrido en Japón y sus terribles consecuencias.
Alemania, como ejemplo
Europa da así vía libre al debate sobre cómo debería ser el mix energético en las próximas décadas. La crisis nuclear de Japón tras el terremoto y posterior tsunami ha reavivado la inquietud acerca de la seguridad de estas instalaciones y puesto en tela de juicio los planes de desarrollo nuclear de numerosos países que podrían dar una nueva oportunidad al carbón. Alemania es el ejemplo.
La canciller Angela Merkel, presionada por las próximas elecciones regionales, ha detenido la actividad de siete de sus 17 centrales. Las que comenzaron a funcionar antes de 1980. El cierre, que podría ser definitivo, tendrá consecuencias económicas y medioambientales que podrían ser laboratorio de pruebas para que otros países sigan sus pasos, según publicaba recientemente lavozdeasturias.es.
El 'mix energético'
La crisis nuclear ha llevado a Europa a dar vía libre al debate sobre cómo debería ser el mix energético en las próximas décadas.
El nuevo escenario europeo debería obligar a dar mayor presencia a las energías renovables y más carbón ecológico aprovechando la captura del CO2. Así lo entiende la parte empresarial de este sector, que esta misma semana ha visto como Europa recordaba la necesidad de presentar unos planes de cierre que ponen fecha de caducidad al sector en 2018.
La próxima 'pelea' de los empresarios será intentar que el mineral tenga futuro al menos hasta 2024. Esa será una línea de trabajo, la otra se centrará en hacer ver a Europa y a los gobiernos que el carbón, lejos de ser un mineral a extinguir es necesario y tiene futuro.
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