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| ana f. barredo |
La caída de los pedidos del acero generalizada en toda Europa, unido a los problemas ocasionados por el incendio del pasado noviembre en el tren de laminación de la factoría de Santo Tomás de las Olla, ha llevado a la dirección de Aceros Roldán, al comité de empresa y a los propios trabajadores a promover y aceptar un Expediente de Regulación temporal de Empleo (ERE) para los próximos seis meses. El ajuste de plantilla, debido a la pérdida de clientes que poco a poco se van recuperando al no poder abastecerlos por la citada avería, afectará a 370 trabajadores, casi la totalidad de los operarios de la factoría. Roldán cuenta ahora con 415 empleados en activo más 35 prejubilados.
La aplicación de este nuevo ERE, que comenzará el próximo 1 de septiembre y terminará el 29 de febrero, será en turnos rotatorios, utilizando un método similar al que han venido aplicando durante el expediente temporal que ahora mismo también tiene en vigor la misma compañía acerera.
El número de empleados afectados en cada caso durante esos seis meses será en función de las necesidades de trabajo, de los pedidos existentes y de la recuperación de los clientes perdidos al no poder abastecerlos por culpa del incendio del año pasado. Se da la circunstancia que los operarios que vayan al ERE seguirán cobrando el cien por cien de la nómina. En este caso, la empresa acerera abonará el 30% restante del salario, que se suma al 70% que abona la Administración pública en caso de ser aprobado. Según pudo saber este diario, los contactos entre la inspección laboral y la dirección de la empresa ya se han producido y podría resolverse en poco tiempo. Otro detalle es que los cerca de una veintena de contratos eventuales ahora existentes tendrán renovación si les coincide la aplicación del ERE en el periodo comprendido entre septiembre y el mes de febrero del próximo año.
La previsión, dentro del problema existente de ajuste, no es catastrófica, dado que Aceros Roldán goza de buena salud económica y los pedidos siguen siendo importantes, aunque menos de los que tenían. De hecho, la factoría sigue activa y no dejará de producir.
Eso sí, tanto desde el comité de empresa que preside Francisco Javier Álvarez, como desde la dirección de la factoría berciana que lleva Manuel Ángel Fernández, han destacado la «necesidad» y la «comprensión» de esta medida laboral para sacar adelante y mantener a flote esta importante empresa de productos de acero en Ponferrada. Si durante el periodo previsto para el ajuste laboral hay más pedidos, la plantilla también se incrementará.
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