Sin competencia. La tecnificación de la empresa le permite realizar trabajos que otros no pueden hacer
Se ha convertido en un lugar común denunciar que la crisis ha desmantelado prácticamente el sector industrial de El Bierzo: más de 13.000 parados en la comarca, millares de trabajadores afectados por los expedientes de regulación de empleo de las grandes empresas, LM, Comonor, Roldán.
Sin embargo, la tan traída y llevada crisis no ha afectado por igual a todas las empresas y aquellas que apostaron por la inversión en tecnología, en tecnificación y en formación de sus empleados están ahora recogiendo los frutos de aquel esfuerzo inversor en un momento en el que lo más fácil era hacer caja con muy poco riesgo. La pena es que ni en El Bierzo ni en España hay muchas empresas de este tipo.
Sin embargo alguna hay, como Sistemas Avanzados de Transformación Industrial (Sati) Internacional, radicada en Ponferrada y especializada en trabajos de calderería pesada de alta calidad, que en estos momentos tiene una cartera de pedidos suficientemente importante y atractiva como para asegurar que no le afecta la crisis.
Actualmente Sati Internacional está construyendo la parte central de una enorme grúa portuaria que será instalada en la refinería que Petronor tiene en Bilbao. Se trata de una imponente mole de 400 toneladas, algunas de cuyas piezas clave, tales como el pórtico y la columna giratoria se fabrican en la capital del Bierzo.
No es su único trabajo, pues Sati Internacional ha fabricado piezas de alta tecnología para las tuneladoras de las nuevas autovías chinas, espectaculares estructuras metálicas en Marsella y Barcelona, complejas instalaciones mineras para Argelia o Egipto, y también ha participado en la fabricación de filtros de mangas, ciclones estructurales, conductos de depuración de gases y equipos de alta presión para la plataforma tecnológica experimental de captura de CO2 que desarrolla en El Bierzo la Fundación Ciudad de la Energía.
“Nuestra especialización y nuestra maquinaria hace que nos encarguen piezas y trabajos que muy pocas empresas pueden fabricar hoy día en España. En ese sentido, nosotros no tenemos competencia”, asegura el director general y ‘alma mater’ de Sati, Francisco Abella.
Basta una simple mirada a la factoría que Sati Internacional tiene en Ponferrada para darse cuenta de que esta empresa no es un taller más al uso. Enormes maquinas manejadas mediante sistemas informáticos muy específicos, tales como la gigantesca mandrinadora que permite hacer piezas cuya fabricación no está al alcances de cualquier empresa española o europea.
Además está la apuesta por la calidad de las piezas fabricadas, pues además de las rigurosas inspecciones a que son sometidas por los clientes, que desplazan a sus propios inspectores a Ponferrada, Sati tiene su propio y riguroso sistema de control de calidad. Un ejemplo, las soldaduras de las piezas de la grúa que está actualmente fabricando y que ha llevado un trabajo de más de tres meses, serán revisadas mediante sofisticados equipos de rayos X, dado que se trata de piezas neurálgicas de la estructura que no pueden fallar bajo ningún concepto.
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