La patronal supedita las subvenciones a la restauración de las minas que cierren
El futuro del carbón, pese a lo que pudiera parecer tras el regreso de la actividad a las cuencas, sigue jugándose en Europa. Por eso, Carbunión presentó ante la Comisión de Adaptación Laboral del Plan del Carbón un documento con sus parámetros básicos para el nuevo Plan 2012-2027. En el escrito, la patronal, entre otras consideraciones, exige que las ayudas a las mineras se mantengan hasta el 2027, aunque éstas no estarían ligadas a la producción de carbón y sí a los trabajos de restauración de las cuencas, que deben acometer las mineras una vez que decidan el cierre de la explotación.
Esta restauración está recogida en el propio reglamento europeo, que fija el fin de las ayudas en el 2018 y con el cierre de las minas que no sean competitivas. Además, las mineras reclaman que se recupere la producción de carbón autóctono de 10,05 millones de toneladas y que en la actualidad se ha visto reducida hasta los 8,7 millones.
El documento de Carbunión, que es una respuesta al del Ministerio de Industria en el que se les exigía presentar en un mes su plan de cierre, no plantea en ningún momento que la vida de las empresas mineras se prolongue como actulamente hasta el 2027. Eso sí, durante este tiempo, las empresas quieren que se puedan comercializar los stocks de carbón producidos con anterioridad al 31 de diciembre del 2018.
Lo que se solicita desde la patronal son ochos años de actividad sin sobresaltos y se insiste en que casi el 40% del sector puede ser competitivo sin necesidad de ayudas púbicas más allá del 2018, que es la fecha final que fija el reglamento europeo para las subvenciones. Siempre que no tengan que hacer efectiva la devolución de aquellas que hayan cobrado desde el 2010 y hasta el 2018. Este apartado del reglamento es lo que han recurrido ante el Tribunal de Luxemburgo Castilla y León, Asturias, Aragón y la patronal minera.
Carbunión exige, además, que el recorte de las ayudas públicas que el reglamento inicia en el 2013 se retrase un año. De esta forma la reducción del 25% sería en el 2014, la del 40%, en el 2015; la del 60%, en el 2016; y finalmente, el recorte del 75% de las ayudas se produciría en el 2017, justo un año antes de tener que dejar de producir aquellas mineras que no sean competitivas sin ayudas públicas.
Carbunión busca «combatir jurídica y políticamente la obligación de devolver las ayudas en el 2018 para las empresas que hayan logrado ser competitivas». Y solicita que se establezcan los mecanismos necesarios para lograr la estabilidad, que no ha existido en el 2010, de las empresas del sector porque sólo así podrán «amortizar y completar las inversiones acometidas al amparo de la reserva estratégica». Con todas estas medidas y alguna más, entienden los empresarios, se facilita «que las empresas mineras que así lo deseen puedan continuar siendo competitivas en el 2019».
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