La central de Compostilla establece una quema diaria de diez mil toneladas de mineral que permite el regreso de la normalidad laboral en las cuencas mineras
El carbón leonés vuelve a asomarse al mercado con la misma fluidez que acostumbró antes del verano del 2009, al tiempo de gestarse la mayor crisis del sector, que puso en riesgo la supervivencia de las minas.
Desde esa fecha no llegaba mineral a la central de Compostilla, de Endesa, la primera eléctrica que prescindió de esta fuente para generar energía. Las puertas de la térmica berciana se reabrieron 20 meses después para el carbón de las cuencas leonesas, un detalle que desencadena un río de actividad en torno al carbón hasta ahora atenazado por la incertidumbre, los expedientes de regulación de empleo y el cierre. El principal cliente de Endesa, el Grupo Alonso, repercute en sus minas las 10.000 toneladas diarias que quema la eléctrica en Compostilla.
El Grupo Alonso tiene en la actualidad 900 trabajadores en los tajos y en funciones indirectas derivadas de la extracción y transporte del carbón. Novecientos trabajadores sobre los casi tres mil empleados -”incluidos los efectivos de las subcontratas-” a los que paró la falta de acuerdo y el tapón administrativo y político que frenó al carbón en los últimos meses. De los 1.200 empleados propios de Alonso que formaron el grueso de los ERE solicitados a final de año, la mitad no llegaron a sufrir la regulación; y la empresa ha sacado del expediente a otros trescientos, principalmente efectivos vinculados a las divisiones del transporte, palistas y otros puestos relacionados con la logística para el traslado del carbón fuera de los parques. El 60% de la plantilla propia de Uminsa está ahora en plena actividad; igual que el 40% de los empleados vinculados a Coto Minero Cantábrico. 
Ya hace más de una semana que se dio el primer paso para la normalización del uso del carbón como fuente de generación eléctrica en el mix energético que regula un real decreto que permite a las mineras vender mineral, recuperar crédito, contar de nuevo con ingresos en caja, tener empleados en el tajo y, sobre todo, contar con liquidez para atender a las nóminas tras un año de zozobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario