La Vasco y sus subcontratas recuperan hoy la actividad después de tres meses y 14 días de conflicto
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| Pintada sobre el carbón que lleva ya varios meses en una calle de La Robla. jesús f. salvadores |
Los más de 467 trabajadores de la compañía que estaban afectados por el expediente de regulación de empleo desde el 1 de enero han recibido una carta para presentarse hoy en sus puestos. La Vasco, como se la conoce en toda la comarca, también ha anunciado el reinicio de la producción a las empresas auxiliares de cielo abierto y a la subcontrata húngara de interior, según fuentes de la empresa. En total, casi un millar de trabajadores están llamados a reiniciar su actividad. Los primeros, a última hora de la noche de ayer.
Habría que remontarse a la huelga de 1991 para recordar una situación similar de parálisis en la cuenca de Gordón. En aquella ocasión fue un conflicto laboral que duró seis meses; esta vez, han sido las eléctricas, primero, y después Europa, quienes se lo han puesto demasiado difícil a un mineral del que viven más de 10.000 personas entre los municipios de Pola de Gordón, La Robla, Matallana de Torío, Villamanín, Vegacervera y Cármenes, y que tiene también un fuerte peso en la capital leonesa, donde residen muchos trabajadores. «Es diferente. Entonces fue un conflicto laboral, muy duro, pero laboral al fin y al cabo. Esta vez ha sido mucho peor porque ni siquiera La Vasco tenía poder de decisión», explica Ángel Fernández Urdiales, secretario comarcal de UGT.
Hullera Vasco Leonesa, que en total tiene unos 580 trabajadores, había dejado al margen del ERE a todo su personal directivo y a un pequeño grupo de mantenimiento.
En cielo abierto, que explota su principal subcontrata, el grupo Peal, se ha llegado a un acuerdo para reducir el movimiento de tierras a tres días a la semana con el fin de mantener el empleo de los 250 trabajadores, según explica el presidente del Comité de Empresa de La Vasco, Marcos Martínez. Además, también se reiniciará la producción en la capa que explota la empresa húngara MM-MECSEK, donde trabajan 140 mineros.
Los días previos al reinicio de la actividad dejan dos imágenes. Una de las chimeneas de refrigeración de la térmica de Gas Natural de La Robla, que vuelve a echar vapor después de un año largo parada (al conflicto actual hay que sumar el anterior con las eléctricas) y los primeros trabajos en la enorme pila de carbón situada en los terrenos de la vieja fábrica de aglomerados de la Hullera Vasco Leonesa, en La Robla, que ha dibujado un nuevo paisaje urbano.
Ambas imágenes son las dos caras de una misma moneda que anuncia que todo vuelve a la normalidad. Por fin empezará a quemarse carbón nacional en la térmica en los próximos días y también volverá a funcionar la cinta transportadora que lleva el mineral desde los pozos de Santa Lucía hasta la eléctrica, al reanudarse la producción.
Según Marcos Martínez, en el parque de carbones de Hullera Vasco Leonesa en La Robla se acumula más de un millón de toneladas entre la producción de los últimos meses del año pasado que está sin vender, el que está vendido al Ministerio, a traves de la Sepi, y una pequeña cantidad adquirida por Gas Natural antes del conflicto último. Algunas fuentes creen que tardará años en quemarse.
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