Los agentes no consideran creíble el testimonio del padre, que aseguró que había perdido de vista a los pequeños mientras paseaban. La Policía Científica registra la vivienda de un familiar
La Policía se muestra muy pesimista sobre la posibilidad de encontrar con vida a los dos hermanos desaparecidos el sábado en Córdoba cuando estaban con su padre en el entorno del Parque Cruz Conde. Los investigadores de la Policía Nacional, llegados de Sevilla y Madrid para apoyar a la plantilla cordobesa, mantienen silencio sobre la resolución del caso, pero no confían en que los niños, José y Ruth Bretón Ortiz, de 2 y 6 años, aparezcan sanos y salvos.
La investigación se centra en este momento en el padre de los niños,José Bretón, que, pese al interrogatorio al que está siendo sometido, mantiene su versión inicial de los hechos, mientras la Policía registra la finca.
«Yo lo que quiero es saber dónde están mis hijos. Tengo un dolor enorme», ha declarado Bretón, que insiste en narrar que perdió de vista a los pequeños mientras paseaban el pasado sábado.
Agentes de la Policía Científica de Sevilla registra desde esta mañana la vivienda del abuelo paterno de los niños -que no está detenido- en busca de indicios que determinen el paradero de los menores. La vivienda, en la que continúa el despliegue policial tiene una superficie de 6.000 metros cuadrados.
El propio padre de los pequeños se presentó voluntariamente en el lugar para tratar de explicar los indicios hallados, informa Efe. Previamente, los agentes habían peinado una finca de campo que tiene Bretón a unos diez minutos de Córdoba capital.
Los agentes no consideran creíble el testimonio de José Bretón, que denunció la desaparición el sábado a las 18.20 y aseguró que había perdido de vista a los pequeños mientras paseaban. El matrimonio se había separado hace poco más de un mes. El padre viajó con sus dos hijos el viernes de Huelva a Córdoba para que los niños visitaran a sus abuelos. Los pequeños se quedaron al cuidado de los padres de José y él los recogió al mediodía. Dijo que iba a una comida, pero no apareció. Después nada se supo hasta que denunció en comisaría la desaparición. Aseguró a los agentes que los niños se le perdieron poco antes, y que habían llegado al parque a las 17.45. Hay numerosas contradicciones en su testimonio, pero el secuestro está prácticamente descartado.
Al mediodía de ayer, los policías llamaron con urgencia a comisaría a la madre, que se desplazó desde Huelva, tras enterarse de la noticia, al tiempo que dejaron de buscar en el río Guadalquivir a los pequeños.
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