Los montañeros y excursionistas imprudentes pagarán, a partir del próximo mes de enero, un mínimo de 2.100 euros por el operativo de rescate. Esta tasa, que surge como una de las novedades del Anteproyecto de Ley de Medidas de Acompañamiento a los Presupuestos que aprobó el Consejo de Gobierno el pasado 28 de septiembre, pretende ahorrar costes a la administración y evitar negligencias a la hora de practicar deportes de riesgo.
Los precios recogidos en la citada ley por este tipo de acciones imprudentes –aunque no computan el coste total del servicio– oscilan desde los 32,30 euros por hora de cada operador que participe en el rescate o intervención del 112 hasta los 1.947 euros a la hora por la actuación del helicóptero. Una cifra de la que se traduce que, contando con la asistencia de un helicóptero, un piloto, un conductor de grúa y tres rescatadores durante una hora, el excursionista negligente pagará un mínimo de 2.100 euros por el operativo de salvamento. Una cifra que puede inflarse considerablemente por su prolongación en el tiempo –llevando normalmente varias horas para su realización–, o dependiendo del número de rescatadores.
Esta medida supondrá que las personas que hayan actuado de forma negligente, y como consecuencia de ello hayan sufrido un accidente, tendrán que asumir el coste de los servicios de búsqueda y rescate, por ejemplo, por no haber atendido los boletines o partes de avisos de alerta, o de predicción de meteorología adversa, o por no llevar el equipamiento adecuado para la actividad.
El director de la agencia de Protección Civil, Luis Aznar, destacó que “la tasa tiene un carácter, principalmente, disuasorio. La gente tiene que prestar más atención ante actividades de riesgo, tanto la escalada y el montañismo como una simple salida a la montaña, con una mayor atención en determinadas épocas”. Pese a ello, hizo hincapié en que “un accidente le puede pasar a cualquiera, pero lo que queremos evitar es que se produzcan negligencias”.
A la disuasión de posibles actitudes negligentes, que en la mayoría de los casos son las que ocasionan este tipo de incidentes, Luis Aznar sumó el aspecto económico “esta media también va dirigida a la buena gestión del dinero público, y que la Junta pueda recuperar parte del dinero que se dedica a ello, que es mucho. Un dinero que podrá recuperarse a través de los seguros y de las personas negligentes”.
Dada su rica orografía montañosa, la provincia de León es una de las más apreciadas por los montañeros para desarrollar su afición. Es por ello, que puntos como los Picos de Europa sean en los que más intervenciones se producen cada año.
Según los datos oficiales del Servicio de Emergencias 112, el Grupo de Rescate de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León realizó desde enero hasta el pasado mes de agosto un total de 13 rescates de montaña en la provincia de León. En concreto, en puntos como San Emiliano (1), Boca de Huergano (2), Picos de Europa (7), Valdelugueros (1), Valporquero (1) y Pueblo de Lillo (1), siendo julio y agosto los meses en los que se registraron el mayor número de incidencias.
Los rescates de montaña, según los datos que en su momento aportó la Junta de Castilla y León suponen un desembolso anual, sólo en la provincia de León de 250.000 euros.
El director de la agencia de Protección Civil aseguró que en los últimos tiempos se han reforzado los sistemas de aviso del 112, “partes de meteorología, la situación de la montaña, o los avisos a través de la pagina web y de los medios de comunicación. Se han reforzado los avisos de manera semanal, y sobre todo en los momentos en los que puede haber mayores dificultades”.
El objetivo de este refuerzo en las informaciones de la agencia de Protección Civil, y las nuevas tasas para rescates por negligencia, es “que todo el que salga conozca las condiciones en que lo hace, y que tengan una preparación adecuada. En definitiva, que se ponga un mayor cuidado por parte de todos”.
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